Las gallinas son tan interesantes y dignas de respecto como cualquier otra clase de pájaros. A la hora de echar gallinas a incubar, los criadores de gallinas deben considerar los instintos silvestres naturales de sus aves. Todas las gallinas domésticas descienden de un antepasado común: las aves rojas de la selva. Estas empollan hacia el final del invierno y primavera. Las aves rojas de la selva ponen generalmente alrededor una docena de huevos y los incubarán por 18 a 20 días. Aunque las gallinas domésticas han sido seleccionadas para producir casi un huevo a diario, ellas desearán poner alrededor de una docena antes de comenzar a incubarlos. De esta manera todos los pollitos saldrán del cascarón el mismo día. Si se deja a una gallina doméstica librada a sus propios instintos, ella pondrá tres o cuatro camadas de huevos al año.
Las gallinas inician su postura a los 5 o 6 meses de vida. La razón de que hagan su mayor postura en primavera-verano disminuyendo al mínimo en los meses de invierno, es que necesitan un mínimo de 14 a 15 horas diarias de luz al día para que se desarrollen los óvulos y se produzcan los huevos. Esta cantidad de luz sólo se da en los meses de primavera e inicios del verano disminuyendo el resto del año. Los huevos deben tener menos de 12 días desde que fueron puestos por la gallina para iniciar el proceso de incubación. La gallina que esta clueca permanece mucho tiempo echada sobre los huevos y suele producir un cacareo característico. Una manera de estimular la cloquera es introducir unos 4 a 5 huevos de yeso en el nido y si se echa se lo reemplaza por huevos fecundados.
Una gallina, como cualquier otro pájaro, buscará un lugar conveniente para poner sus huevos. Si ella no siente que tiene un lugar seguro, cómodo y privado par incubar, su postura será esporádica y en diversos lugares. Es importante recordar que cuando una gallina está poniéndose siente sensible y vulnerable como una mujer que da a luz. Por esta razón, las gallinas preferirán un lugar oscuro y acogedor mientras que ponen. Lo ideal será ofrecerles una caja de madera natural que le permita moverse con comodidad en su interior y con un lecho de viruta. La entrada debe ser excéntrica, es decir, estar a un lado, para que el animal no pueda ser visto mientras que ponen. Un tapa con bisagras puede ser útil para comprobar si todo marcha bien. Si hay huevos rotos se deben retirar y si el nido se ensucia se lo debe limpiar inmediatamente ya que los huevos en incubación se contaminan rápidamente. El sitio debe estar fresco, seco y medianamente aireado colocándose agua y alimente al alcance del ave.
Después de 21 días empiezan nacer los pollitos y los cascarones deben ser retirados. Si el tiempo lo permite, a los 3 días ya se los puede dejar salir del nido, momento que se aprovechará para hacer una mejor limpieza del mismo.
No subestime la inteligencia de las gallinas. Mucha gente cree equivocadamente que son estúpidas porque no vuelan. Los pingüinos comparten este rasgo y son animales extremadamente inteligente, con un comportamiento social complejo e intrincado. Es cierto que debido a la endogamia, muchas aves de corral, han perdido algo de su sagacidad natural y se han vuelto más dependientes de los seres humanos para su supervivencia, pero criados correctamente serán expertos en el aprovechamiento del forraje como alimento y sus hábitos reproductivos.
Las gallinas son muy astutas. Cuenta la autora, que las gallinas que cría en libertad, están bien enteradas de que ella irá a buscar sus huevos si no los ponen en los nidales correspondientes. Por eso, como no quieren que vaya a a buscar sus huevos ocultos, algunas ponen alternativamente, un huevo para la criadora y un huevo para su nidal.
Los pollos también realizan interacciones sociales complejas. Desarrollan amistades y sociedades significativas. Les gusta divertirse, tienen sentido del humor y hasta se enamoran. Muchas personas piensan que poniendo un gallo con cinco o seis gallinas allí queda todo. Un estudio más íntimo revelará que las gallinas establecen un orden "matrimonial" y la primera esposa del gallo tratará de dormirá por la noche al lado de él y conseguirá los bocadillos más sabrosos que el gallo encuentre primero mientras están forrajeando. Los pollos tienen un sentido del humor, tienen gusto de tener diversión, caen en amor, y se afligen por las pérdidas. Hay una escena muy terrible en la película brasileña, "La Ciudad de Dios" donde se observa la expresión de horror de una gallina que presencia el sacrificio de sus congéneres.
Faith tiene una gallina que se oculta junto un cerco esperando que salga el perro de la casa, entonces Goldie, el ave en cuestión, salta de los arbustos, y corretea lo largo de la cerca divirtiéndose con la frustración del perro que ladra furioso porque no puede alcanzarla.Hay parejas monógamas entre algunas gallinas en donde el gallo se abstiene de relacionarse con otra gallina que no sea su compañera y luchará para protegerla contra otros gallos. La autora ha visto una gallina que luego de perder su posición junto al gallo mientras crecían los polluelos, competir con una rival en una inútil lucha para recuperar su amor y atención.
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Articulo escrito por: Faith Drummond